Una aproximación de los sistemas psicoanalíticos al sueño.

Revista del CPM número 13

Por Maria Luisa Tricoli

Los sueños siempre han constituido un tema común de discusión. Sin duda, constituyen un reino fascinante y misterioso, ricos y ambiguos , que siempre han atraído a la especulación humana, quizás precisamente por su indefinible complejidad.

A primera vista , parece que hoy han perdido el papel central que Freud les adjudicó. Algunos analistas se encuentran mas cercanos a la psicología cognitiva, a la neurología y neuropsiquiatría alejándose por tanto del modelo Freudiano. Para ellos, el sueño es algo mas que la vía regia al inconsciente, expresando mas bien el aquí y el ahora del encuentro analítico. Por lo tanto las asociaciones libres no constituyen el mejor, único y privilegiado camino para encontrar el significado psicoanalítico (Hamilton 1996)

¿De donde surgen estos cambios? Esto no es simplemente un distanciamiento de la teoría pulsional, ya que esto implica campos de interés totalmente diferentes.

El modelo del aparato psíquico desarrollado por Freud en el capítulo VII de la Edición Estandar, esta basado en la función central de la percepción consciente y la representación. El sueño articula por una “vía plástica e imaginativa” (Freud, 1915-17, vol. 15, p. 121, SE), algo “autentico” (. p. 121, SE) que ha sido disfrazado por el contenido manifiesto. Lo que es “autentico” es lo que fue reprimido, y nunca puede volver a la conciencia.

La elaboración secundaria, por lo tanto, es indispensable para que el sueño manifiesto tome forma. Se hace prototípico del estado de defensa del yo consciente. La interpretación del sueño , como un proceso de conocimiento, tiene como objetivo revelar el inconsciente reprimido trasformándolo en percepción consciente. El modelo general del funcionamiento psíquico explica ambos, neurosis y sueño, ya que es definido por la articulación entre proceso primario y proceso secundario (Conrotto 2000) Bion(1962) pionero en el nuevo acercamiento hacia el sueño, inaugura un campo de interés totalmente diferente. Tiene en cuenta el fenómeno psíquico del soñar , mas que un contenido inconsciente que ha de ser descifrado. En mi opinión, el inconsciente de Bion hace mas referencia a lo que Feud llamó Inconsciente “descriptivo”. Para Bion el inconsciente está en el reino prerreflexivo que se despliega funcionalmente como un sueño de forma constante. Esta también presente cuando se esta en vigilia, donde sanamente se expresa la función psíquica (la función alfa).

El sueño representa una función sana de la mente , como resultado de una larga y fatigosa conquista. El Yo crece y se desarrolla mediante la función onírica, que asimila e integra sentimientos y vivencias tempranas, unido a intensas emociones y que luego son convertidas en acontecimientos que incorporan un significado subjetivo .De esta forma el Yo tiene funciones de adaptación a través de procesos que afectan a la regulación de afectos, a la consolidación de la memoria, al procesamiento de información y a la adaptación al distress. Desde la perspectiva freudiana, estas funciones no podían ser atribuidas al sueño como consecuencia del trabajo de interpretación sino mas bien al soñar en si.

En términos sencillos, uno podría decir que Freud consideraba la función psíquica como por ejemplo el conocimiento tal que un reflejo de la tensión entre los reinos primario y secundario, entre el estado prerreflexivo y el reflexivo. En la segunda mitad del siglo XX, la función prerreflexiva adquirió la ciudadanía plena y se convirtió en el autor independiente del desarrollo de corrientes . Desde esta perspectiva, el sueño mas que representar una oportunidad para una ampliación de lo consciente como resultado del trabajo interpretativo, tiene un poder creativo y transformador en si mismo.

Me parece que estas dos formas opuestas y diferentes de ver al sueño, dependen de la dificultad de conceptuar al sujeto como un sistema unitario. Mediante el presente trabajo primero hago una referencia a las teorías de sistemas dinámicos no lineales, que en mi opinión puede postular una teoría del sujeto autorregulador, y perfilar un funcionamiento psíquico donde los prerreflexivo y lo reflexivo quedan integrados en vez de ser vistos como opuestos.

Sugeriré que esto, y volviendo al sueño ,la propia capacidad autorreflexiva del sujeto, une crucialmente los dominios de la función prerreflexiva y reflexiva .Considero al sueño como una función prerreflexiva; su desciframiento, sin embargo, le hace unirse al dominio reflexivo. Para desarrollar esta perspectiva, examinaré al sueño como soñado, relatado e interpretado.

El Sueño soñado.

El sueño soñado, como una expresión de la actividad prerreflexiva, no puede ser manejado mediante palabras, pero se abre hacia la esfera somática y constituye una expresión de la función neuropsicológica (Damasio 1999), El sueño “verdadero” no tiene palabras. Sin embargo, el sueño existe en la medida en que es “traducido” en palabras. Narrar un sueño a nosotros mismos u a otros, por ejemplo trasformándolo en palabras, implica un cierto grado de desarrollo psíquico, Entender un sueño requiere un paso mas hacia delante y mas elevado, ya que el manejo y transformación en significados subjetivos, no se alcanza automáticamente mediante las palabras. Contrariamente al la posición de Freud, este conocimiento no puede ser identificado mediante palabras.

Hasta mediados del siglo veinte, apenas se conocía nada acerca de la neurofisiología del sueño, pero desde entonces se han dado pasos de gigante. Sin embargo, creo que todavía carecemos de una perspectiva unitaria acerca del sujeto, sobre el que sacar nuevas conclusiones. Por lo tanto, quiero hacer referencia a las nuevas teorías de sistemas dinámicos no lineales , que ya desde los años cincuenta han conducido a cambios profundos en la manera de considerar la experiencia humana, proponiendo una visión de un Sujeto como un sistema unitario. Mas adelante aplicaré esta perspectiva sobre el sueño. En particular me refiero al trabajo de Thelen y Smith(1994), Louis Sandler(2002) y Ed Tronick(1998) y otros.

Un sistema es “un ensamblaje de objetos que están unidos por alguna forma de interacción de manera regular o en interdependencia” o un grupo de diferentes unidades de modo que constituyen un todo integrado. Un complejo o sistema abierto , es decir un sistema dinámico no lineal, lejos del equilibrio, con los siguientes rasgos :” sensibilidad hacia las condiciones iniciales, la incertidumbre de potenciales bifurcaciones, y apertura de caminos a o largo de su trayectoria”. (Sandler, 2002).

Las expresiones del sistema a nivel prerreflexivo tienen como propósito el cuidado de lo existente, y desde ahí garantizar una supervivencia promoviendo procesos “de vinculación” con los sistemas circundantes, para permitir su desarrollo .Dibujé esta idea a partir de la noción de Tronick de la expansión diádica del conocimiento (Tronick 1988). Siendo una entidad viva, el sistema es una parte de procesamiento continuo de estímulos, gobernado por la autorregulación y aspirando a mantener la cohesión que permite la existencia. Uno de lo rasgos del sistema es que tiende a expandirse y renovarse, para no ser disuelto. Nada puede permanecer ocioso o idéntico; así, las presiones de la realidad generan el curso del cambio para perseverar.

Desde esta perspectiva es posible asumir, a nivel neurofisiológico, que el sueño 1) por un lado expresa la coherencia alcanzada por el sistema, y 2) por otro lado participa en el proceso continuo de organización, desequilibrio y mas tarde reorganización para volver a adquirir un nuevo nivel de cohesión.

Sin embargo el valor que s
e subraya en el sueño, es que siendo una expresión de la función prerreflexiva y que aun no ha sido puesto en palabras , evita cualquier forma de especulación. Lo que entendemos del sueño brota de nuestra interpretación una vez que lo hemos puesto en palabras.

El sueño relatado

Una vez contado el sueño, nos conduce enteramente a una nueva dimensión , como por ejemplo la dimensión de la reflexión. Traducidas las imágenes en palabras y vinculadas a una secuencia narrativa hace posible transformar una expresión del funcionamiento prerreflexivo, entrando así en el reino de lo reflexivo. Investigadores infantiles han demostrado que a hacia los 15 a 18 meses, el ser humano sufre a partir de aqui un cambio global como resultado de la aparición de su capacidad reflexiva (Fonagy 2001).Reconocerse en un espejo, tener acceso al lenguaje y la aparición del juego simbólico, muestran que hay una línea divisoria separando dos aguas, en el funcionamiento psíquico del ser humano. Todo ello corresponde a un desarrollo cualitativo que claramente separa al ser humano de otra especie.

Sin embargo, el funcionamiento «prerreflexivo» «y reflexivo» no es en forma de fases secuenciales tal que, cuando una se ha alcanzado la otra asume la función. Son dos modalidades del funcionamiento psíquico, operando de manera radicalmente diferente, permaneciendo siempre de la misma forma a lo largo de la vida, actuando de forma reciproca , distinta y sumamente articulada. Esto podría explicar porque muchos sueños no son entendidos hasta que no son puestos en palabras. Estos sueños permanecen en el nivel prerreflexivo o en el nivel de sueños soñados.

La traducción del sueño en palabras implica dos funciones:

1) traducción del funcionamiento neurofisiológico del sueño en palabras y

2) comunicación de tal traducción al otro, siendo este un aspecto intersubjetivo de la transmisión .

1) La traducción del funcionamiento neurofisiológico del sueño cuando es relatado a otro, parece contener algún grado de objetividad aun cuando en la narración, las conexiones que den significado a la historia son inevitablemente subjetivas.

En mi opinión, esta traducción en palabras no afecta al objetivo del sueño soñado de ningún modo. El objetivo del sueño relatado es siempre el mismo: expresar la cohesión alcanzada y su contribución al aumento de la misma. Esto también- y quizás especialmente- porque las palabras dichas en el sueño, no son palabras semánticas. Con la última declaración creo que las palabras en el sueño son símbolos; no transportan ningún significado personal. Es necesario el trabajo de desciframiento para hacer surgir un significado.

2) Con respecto a la función comunicativa implícita en el sueño que es relatado, debería considerarse la dimensión intersubjetiva . Es cierto que, ante todo, el sueño es contado para uno mismo; sin embargo relatando un sueño incuestionablemente se implica a alguien homólogo externo. Uno puede preguntarse si el hecho de tener un homologo para la narración compromete a un remoto significado del sueño relatado. Puede llevarnos a dar un significado especifico adicional en el contenido narrativo cuando es contado a otro. Sin embargo pienso que el sueño hasta aquí lo que esencialmente expresa es la cohesión del sistema, ahora dentro del ámbito de la relación.

La noción de funcionamiento reflexivo es compleja. Dentro del funcionamiento reflexivo, habría que diferenciar reflectividad (Fonagy, 2001) de la autorreflexividad. El nivel de reflectividad o mentalización es el nivel del conocimiento intelectivo , estando este caracterizado por la capacidad de comprender la percepción del self y del otro como objeto; p. ej. Yo se Yo percibo. Haciendo referencia a William James(1981) la autorreflexividad comúnmente es entendida como el conocimiento de uno mismo por mirarse en un espejo, en los ojos de otros: es el pensamiento y la mentalización del otro sobre nosotros lo que nos apunta a existir, movilizando tanto emoción como cognición. Piénsese en la relación entre el cuidador y el infante sobre las cuales las teorías relacionales encuentran una sólida base (Benjamín, 1990, Aron, 2000, etc.).

Sin embargo, me gustaría proponer una forma diferente de conceptuar esta noción, a través del acercamiento que hace Hegel al concepto de autoconciencia (Hegel, 1807) pensado como una “presencia” dentro del propio sistema de alguien y al mismo tiempo presente de forma perceptiva, emocional e intelectiva y probablemente mas; esto es una cualidad del potencial especifico de la especie que acontece en el ser humano, que acompaña al desarrollo pero no esta únicamente presente en una de sus fases.

Quisiera llamarle a ésta, cualidad autoreflexiva, en la medida que implica un reflejo sobre uno mismo, pero también el complejo impacto afectivo asociado a ello (Damasio, 1999) . Desde esta perspectiva, la autorreflexión concierne a la capacidad para comprenderse reflexivamente, mas allá de lo que uno puede comprender a partir de la mirada del otro, la capacidad de comprender la autorregulación de alguien y las estrategias que suelen mantener, no solo intelectualmente sino también de forma emocional.

El desarrollo de la capacidad autoreflexiva , tal como se acaba de definir, no es automático ni lineal. Puesto que el proceso vital es intrínsicamente complejo y cambiante, no se adquiere la cohesión de una vez y para siempre. Con respecto a las autorreflexión las continuas tensiones añaden la cuestión de descifrar aquellos cambios que la vida induce. Mas allá de lo que concierne a la autorreflexión, estando enfrentado con cambios inevitables, el ser humano tienen dos opciones: el/ella puede seguir los movimientos de la vida y reconocer lo novedoso de los cambios que genera, o el/ella permanece rígido, negando el proceso y congelándose en el nivel anteriormente adquirido.

Freud explica esta rigidez mediante el concepto de represión, que actualmente es rechazado por todos aquellos que se han distanciado de la teoría pulsional Fuera de una perspectiva topográfica actual , resulta difícil pensar que representaciones que han entrado a ser conscientes, sean rechazadas ; y que el significado una vez adquirido, sea cancelado. Para explicar esta cuestión, Laplanche (1993) trabajó sobre este tema resolviéndolo mediante el concepto de no – traducción , mientras que pensadores Norteamericanos de la teoría relacional proponen el concepto de escisión (Mitchell, 1993; Donnel Severo, 1997).

En mi opinión, estos conceptos no han clarificado la cuestión. No me parece aceptable considerar la capacidad autorreflexiva simplemente como una etapa mas en el desarrollo, como si esto no fuera mas que un asunto de maduración. Como aprendemos cada día en nuestra práctica clínica, la capacidad de alguien para reconocerse esta vinculado a la necesidad de mantener la cohesión del sistema.

¿Cómo afecta entonces la capacidad de autorreflexión al funcionamiento del sistema y por consiguiente al funcionamiento del sueño? . Quizás de algún modo percibimos que se podría poner en peligro la cohesión existente y lo evitamos impidiendo que se tenga acceso a nuevas perspectivas sobre nuestra persona y sobre nuestra relaciones mas significativas. Entramos de lleno en las modalidades relacionales, que en el pasado, hicieron posible el mantenimiento de la cohesión y tendemos a conservarlos incluso cuando estas dejan de ser funcionales.

El peligro de pérdida de la cohesión en el nivel reflexivo no es diferente del peligro en que se podría incurrir en la etapa prerreflexiva. A su vez, la ausencia de integración con sistemas externos que son diferentes intensificaría la vulnerabilidad del individuo, quien fácilmente se sentiría abrumado po
r la desestabilización de estímulos externos que no podrían ser integrados. En el nivel reflexivo y de ahí subjetivo, el individuo afronta el riesgo de perdida de contacto con el self ante una realidad que no confirma su propia imagen.

Esto hace que nos dificulte el acceso sobre los diferentes significados vehiculizados por los otros. Es el miedo a perder la cohesión adquirida quien congela el proceso de autorreflexión a través del cual podrían ser logrados nuevos y exhaustivos niveles de coherencia. Manteniendo significados anteriormente adquiridos de forma rígida, aunque estos no sean mas que funcionales, constituyen una acción psíquica que envuelve al yo del sujeto y no solo a una parte del sistema como por ejemplo la conciencia perceptiva – intelectiva. Por miedo a la pérdida, el yo se abstiene de tener acceso a una opinión más compleja de el/ella que también modificaría las relaciones con los otros. Esto no constituye solo un asunto que se asocie a la represión o a la escisión de un significado adquirido, pero excluye la capacidad de abrirse al mundo del significado. No es una cuestión de enmascaramiento, de disfrazar una percepción o un concepto, sinó de exclusión del potencial significado.

El significado se ha sofocado desde su inicio; constituye un significado que podría haber sido pero que no lo es (Minolli, 2000). Aparte de los procesos patológicos, por lo general esto es lo que ocurre en el proceso de desarrollo del self reflexivo, un proceso que profundiza en nuestra capacidad para comprender de forma mas extensa nuestra relación con el otro.

Esta perspectiva será útil en el análisis de la interpretación del sueño, pero ya es posible declarar que el sueño expresa la función autorreguladora del sistema. Uno podría decir a modo de asunción, que si las presiones orientadas hacia el cambio que inevitablemente plantea la vida pudieran ser tomadas sobre un nivel autoreflexivo, no habría ningún sueño en absoluto. Si la interrupción pudiera estar en un nivel prerreflexivo, esto conduciría hacia una expansión diádica , con el ensanchamiento de la conciencia y una nueva cohesión.

Desde esta perspectiva, dentro del proceso prerreflexivo, el sueño no puede generar reflexiones o nuevo conocimiento, pero ello expresa la cohesión lograda por el sistema.

A partir de la narración de un sueño uno si puede entender que es lo que afectó la cohesión existente así como cuales fueron las estrategias para mantener dicha cohesión.

Hablando extensamente sobre el significado del sueño relatado, o el tener acceso a la interpretación, plantea un nivel diferente que la mera explicación del sueño.

El sueño interpretado

Si el trabajo del sueño expresa la cohesión de la configuración psíquica del soñador, a lo largo del curso del análisis aparecerán esparcidos sueños que expresarán la tentativa de reafirmar la cohesión ya existente, en respuesta a las tentativas de interrupción propuestas por el análisis o en general por las presiones de la realidad.

Si la interpretación es vista como la construcción de una perspectiva nueva llena de significado, perseguida conjuntamente por el analista y el paciente, entonces la interpretación de un sueño consiste en identificar el nivel de cohesión del sistema, las estrategias para mantenerlo y las dificultades inherentes para el reconocimiento del self.

La interpretación de un sueño implica trabajar en dos dominios. El primer dominio tiene que ver con la capacidad para comprender cual ha sido el punto que ha sacudido la cohesión existente expresada en el sueño de facto. Se trata de un dominio complejo , ya que en un nivel neuropsicológico, el sueño ocurre a través de modificaciones cerebrales siendo su contenido somático y afectivo, mas que representacional. Adicionalmente , la narrativa cambia los sentimientos y afectos en el sueño soñado, a nivel simbólico. La profunda y misteriosa dimensión psíquica de la función prerreflexiva no asocia palabras de forma directa. Pero las palabras en si mismas no dicen mucho acerca del corazón que generó el sueño, ya que ellas han sido tomadas como prestadas de la familia y del entorno social. Confiando en las palabras, uno solo puede dibujar alguna idea que ayude a perfilar el problema. El segundo dominio de la interpretación implica el entendimiento de la solución adoptada por el individuo para preservar la cohesión. Ciertamente este es un ámbito mas accesible que el sueño soñado. Aquí, el contenido para ser interpretado y el trabajo interpretativo están en el mismo plano, que es el plano de la narrativa.. Trabajando con palabras, o por ejemplo con asociaciones libres, necesariamente se relativiza la correspondencia entre interpretación por un lado y el sueño por otro. No debemos perseguir la veracidad de la interpretación.

Pero comprendiendo el punto que ha hecho temblar la cohesión existente y la solución adoptada para rehabilitarla, el Sujeto arranca de un proceso de auto reflexión donde el/ella pueden reconocerse. Así la interpretación facilita el objetivo especifico de dar acceso a la autorreflexión para el sistema. Con el tiempo, dentro de un proceso muy largo y crucial que solo puede ser manejado por el sistema, esto es por el yo del sujeto, el sistema puede tener éxito en el encuentro entre el sueño relatado y el sueño interpretado.

Para explicar todo lo anterior, presentaré ahora dos sueños entregados por un mismo paciente a lo largo de momentos diferentes.

El Sr. G., de 37 años, es un hombre muy inflexible, con severos problemas en sus relaciones afectivas y con una estructura narcisística. Exitosos ahora en su profesión, tiene fuertes enfrentamientos frente a otros, lo que le hace constantemente temer pérdidas y desintegraciones.

Su primer sueño es un sueño típico de ansiedad relatado a lo largo de su primera sesión , y es descrito como un sueño recurrente que tiene pocas variaciones.. El Sr. G. está solo en el mar, sobre una roca alta. El mar cada vez se embravece y enturbia mas, hasta que le alcanza y le sumerge. En su segundo sueño, tras aproximadamente dos años de análisis, el Sr. G se sube a una columna muy alta, utilizando para ello una escalerilla de cuerda inestable; esto tiene lugar al lado de la orilla del mar que está tranquilo, brillante y claro. Desde arriba contempla el mundo entero. A su lado hay una mujer que le susurra: “usted debe de zambullirse, usted quiere hacerlo”. Su afecto es de confianza y despreocupación; al despertarse siente que se encuentra cerca de la solución de todos sus problemas.

Propondré ahora algunas posibles interpretaciones del sueño, con referencia al funcionamiento del sistema, que siempre tiende a perseguir su propia cohesión para salvaguardar su existencia. No sabemos que condiciones condujeron al primer sueño, ni en que contexto se originó. Si nos decidimos a interpretar el sueño según las palabras utilizadas para narrarlo, solo podemos proponer una hipótesis multifacética.

Estando sobre una roca alta parece expresar una modalidad mediante la cual el paciente mantuvo la cohesión mientras tuvo lugar el sueño. En línea con esta interpretación, siendo alcanzado e inundado por el agua podría expresar una modalidad a través de la cual el paciente mantiene también su cohesión. La acentuación de uno u otro elemento dependen de la condición o contexto desde donde se originó el sueño. En este sueño “estando abrumado”, constituye el motivo predominante, o la estrategia que parece dominar este momento, si bien esto hace remover la ansiedad. Uno puede asumir así que la condición o el contexto en el cual el Sr. G vivió este sueño, intensificó la insostenible calidad de “estar en un sitio alto”, de manera que cambió al polo opuesto;
estando abrumado parece ser la mejor solución para preservar el sistema. Considerando, sin embargo, que este sueño fue contado al decidir iniciar su análisis, esto también podría ser interpretado como un reflejo de la vulnerabilidad de la estructura narcisística del Sr. G que había sido invalidada por la realidad; el estaba impregnado por la angustiosa sensación de estar abrumado: este sentimiento, aceptado por el Yo del sujeto, le conminó a pedir ayuda.

El segundo sueño tuvo lugar durante el proceso analítico, donde en parte conocemos su contexto , aunque un sueño siempre selecciona algunos datos de muchas señales posibles existentes en el ambiente.

En cualquier momento, el nivel interpretativo que adoptemos, debe de tener varias hipótesis en cuenta , dibujadas a partir del conocimiento de la realidad del paciente. En particular, parece probable que a través del análisis, el Sr. G ha comprendido que el afianzamiento de si mismo en una supuesta superioridad, le aísla del contacto mas directo de su mundo afectivo y de los otros. Estas son las hipótesis que seguí:

  • El trabajo analítico es visto como una escalerilla de cuerda inestable, pero práctica.
  • El análisis condujo al paciente a reconocer que su cohesión descansa en una imagen de si mismo basada en la superioridad y en la distancia; esto parece ser que tiene como propósito la protección de si mismo frente al peligro que va a asociado con el alejamiento de afectos y sentimientos, en línea con su estrategia defensiva.
  • Si el paciente reconoce en si mismo el sentido de la superioridad y la distancia con menos ansiedad, hace posible entonces el desafiar al agua(los afectos) que ahora esta notablemente en calma. La mujer (la analista, la mujer, la madre) que sugiere que debería zambullirse de forma excepcional, y el perentorio” usted debe” parece expresar al Sr. G. la convicción de que puede tener acceso a su mundo afectivo y emocional, no siendo sin embargo una opción despreocupada como resultado de una acción interna. Habiendo necesitado obedecer una orden externa indica que su defensa esta aun presente.
  • Posiblemente en este momento de su vida, el Sr. G se siente menos amenazado por su mundo interno, y por consiguiente piensa que es mas accesible que en el momento del primer sueño. En un sistema orientado por una perspectiva, sin embargo, el paciente es visto como cambia de un contenido a otro de su mundo interno, sin cambiar en absoluto el rasgo de sus soluciones. El afianzamiento en una supuesta superioridad, la distancia de los afectos o el zambullirse en la inmensidad de su mundo afectivo, siguiendo una orden autoritaria como el ” tu debes” ,constituyen dos modalidades de compromiso peculiares del proceso analítico. Ello ocurre porque el sueño, como manifestación del mundo prerreflexivo no oferta soluciones reflexivas. Es el yo del sujeto que bajo la presión del sueño, puede provocar un proceso de autorreflexión.
  • Los cambios de las imágenes contenidas en los sueños sugieren que el soñador ha alcanzado un nivel mas alto de conocimiento de si mismo. En el primer sueño, encontrarse sobre un lugar alto, implica un peligro. En el segundo sueño es el paciente mismo el que sube por una escalerilla de cuerda para alcanzar un lugar elevado. El agua, expresando un peligro mortal e incontenible en el primer sueño, deja de ser amenazadora, aunque el contacto no es del todo seguro todavía, y únicamente puede ser aceptado a través de una orden.

    Para concluir, mi idea es que el sueño es una manifestación de la cohesión que constantemente desarrolla el sistema.

    Esto es verdadero para el sueño soñado, aunque nada pueda ser dicho sobre su contenido psíquico. Esto también es verdadero para el sueño relatado, porque cuando el sueño es traducido en palabras, aunque no pueda realizarse ninguna hipótesis acerca de sus significados reales, hacen sin embargo posible formular una interpretación. Es en este punto donde podemos identificar la tendencia del sistema a reconocerse a si mismo a través de los significados y en su capacidad para tener acceso sobre el reino autoreflexivo de su mundo interno en la relación con el otro.

 

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