III Jornadas del Centro Psicoanalítico de Madrid.
31 Mayo 2008. Ateneo de Madrid.
Durante siglos, la familia natural, identificada con la familia biológica, constituyó la institución básica donde la subjetividad humana era posible. También la moral, como las ideologías dominantes, encontraron en la familia, no ya la correa de transmisión de sus ideales, sino el origen legitimador de los mismos. El psicoanálisis, como ciencia de la subjetividad hizo de la familia natural su referente fundacional, el complejo de Edipo.
Pero también durante siglos la familia fue criticada y rechazada como destructora del progreso y de la libertad sexual. La lucha por crear un nuevo orden social que no pasase por la familia fue un ideal que encontramos desde Platón a los autoras marxistas y freudo marxistas de hace pocos años.
El misterioso devenir de la historia ha colocado todas estas certezas en un momento de crisis y cuestionamiento. La liberación femenina, tanto del destino maternal, que la biología ha hecho posible, como del sometimiento al hombre en su condición de patriarca y, en las sociedades occidentales, la irrupción del deseo homosexual de establecer, no solo vínculos de alianza sino de filiación, esto es, de normalización, colocan a la familia natural en ese momento de alarma para algunos y de progreso para otros.
En cualquier caso, el deseo de familia, el reconocimiento de la familia como célula de integración social ha hecho de las minorías marginadas sus más firmes defensores. Nosotros como psicoanalistas, nos plantearemos cuales son las variaciones y las características de una subjetividad modelada de acuerdo a estas nuevas circunstancias. En cualquier caso, el estudio de un fenómeno tan complejo abarca, más que otros, la necesidad de una visión multidisciplinaria de la que es ejemplo los distintos abordajes que los autores de este número de la revista nos presentan.