Dice Carl Schmitt que el campo de la política es el campo de los amigos y de los enemigos. Podríamos decir que el campo de lo psicológico es el de cómo se construyen los amigos y los enemigos, de ahí que haya un campo que no se confunde ni con el político ni con el sociológico.
Un politólogo reflexionaba así sobre la elección del voto: nadie conoce las propuestas concretas de los candidatos, sólo la ideología marca las diferencias. La ideología elegida hunde sus orígenes en el discurso familiar, en los amigos, en la escuela y en el discurso social perdido en el pasado. La ideología también se construye entre amigos y enemigos.
- Desde hace unas semanas nos encontramos en una tensión política que nos puede llevar a nuevas elecciones.
- Desde hace unos meses nos encontramos en una tensión bélica, Ucrania, que nos lleva a una situación que creíamos superada.
- Desde hace unos dias nos encontramos con el recrudecimiento de un conflicto, palestino-israelí, que lleva más de 70 años.
- Desde hace unos años nos encontramos con el recuerdo de una situación universal, la pandemia, desconocida desde la Edad Media.
Cuatro secuencias que parecería que son progresivas hacia la catástrofe total: un primer capítulo donde la política todavía puede decir algo.
Un segundo y tercer capítulo, donde el fracaso, nuevamente nos enfrenta al enigma de la guerra. El ser humano perdido ante un futuro que se le escapa.
Y el último: la naturaleza se impone y hay que esperar a su perdón.
Introducir el factor psicológico, PSI, no es fácil. Al jefe de Gobierno, Pedro Sanchez no se le ocurrió otra cosa que introducir un concepto psicológico en su debate político con Nuñez Feijó: el de proyección. Luego, no supo qué hacer con él y se le perdió por el camino. Pero nos sirve de apoyo para ver cómo los propios políticos se ven en la necesidad de mirar para otros campos para entender algo más. Es todo un comienzo aunque no debemos olvidar que pronto se oirá aquello de la miseria psicológica.
Putin y distintos líderes se entrevistaron para resolver el conflicto de Ucrania. Y no lo resolvieron. Quizás habría que pensar que fue en ese espacio interpersonal, de amigos-enemigos, donde se decidió todo.
De momento no me atrevo a ninguna reflexión psicoanalítica sobre el tema y, de momento, me conformo con una breve bibliografía:
I.Kant: La paz perpetua.
S. Freud: Consideraciones de actualidad sobre la guerra y la muerte.
S. Freud: Por qué la guerra.
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